top of page

Ponle un final

  • Foto del escritor: Bárbara Balbo
    Bárbara Balbo
  • hace 2 días
  • 3 Min. de lectura

Es un día de otoño, nublado y frío. Amanda está corriendo por la playa, cuando ve a Aurora tumbada boca arriba en la orilla, empapándose con las olas. Esto llama muchísimo su atención, por lo que se acerca para ver qué le pasa y nota que su mirada está perdida.


ree

Hola Aurora —dice Amanda mientras la coge de los brazos para intentar sentarla—. Aurora, guapa, ¿qué te pasa?

(Aurora no contesta y sigue con la mirada perdida).

Venga… —insiste Amanda ya un poco alterada, mientras comprueba que Aurora respira —. ¡Contesta joder!

(Aurora mira a Amanda, pero aún no se mueve).

Aurora, cariño, me estás asustando. Por favor, dime algo. ¿Estás herida?

No puedo, ya no puedo. —contesta Aurora débil y con sus ojos llenos de lágrimas.

Tranquila, voy a llamar a una ambulancia para que comprueben que estás bien y mientras la esperamos, hablamos de lo que tú quieras. —responde Amanda mientras coge el móvil de su riñonera.

(Amanda se sienta al lado de Aurora, la abraza con un brazo y llama a emergencias).

Hola, necesito una ambulancia, estamos en la playa Llane Gran y Petit de Cadaqués. Creo que mi amiga ha tenido una crisis, no está bien. —explica Amanda al operador que la atendió—. Estamos las dos solas sentadas en la orilla, justo en el medio de la cala. Aquí os esperamos.

(Amanda corta la llamada y deja el móvil sobre la arena).

¿Cómo puedes? ¿Cómo lo haces? —pregunta Aurora cabizbaja.

¿Qué cosa Aurora?

No quiero pensar. Amanda, no quiero más.

A ver... sabes cuánto te quiero y que siempre estaré a tu lado, pero tienes que explicarme qué ha pasado. —dice Amanda cariñosa y paciente.

Son los recuerdos. —responde Aurora suspirando—. Me están golpeando muy fuerte.

Mmm…, no sé si hago bien en mencionar esto justo ahora, pero llevo tiempo diciéndote que busques ayuda. Nada es fácil Aurora, a veces necesitamos que nos ayuden.

¿Cómo puede ser que no lo hayas mencionado nunca?. —pregunta Aurora desilusionada.

Aurora, tienes que explicarme de qué hablas. —responde Amanda asombrada y preocupada.

Entonces ¿no te acuerdas? Fue aquí, aquí mismo.

¿Qué es lo que ha ocurrido aquí que yo no recuerdo? —pregunta Amanda confundida.

Siempre haces lo mismo, bloqueas lo que no te hace bien, sonríes, y que la mierda se la coman los demás. —contesta Aurora con una sonrisa un poco desilusionada e irónica.

Vale, te escucho. —responde Amanda—. No entiendo qué pasa, pero te escucho.

¡Que sigues tapando todo y haces como si nada hubiera pasado! —grita Aurora enfadada y explotando en llanto—. ¡Pues no, porque me dejas a mí como la débil, la conflictiva, pero tú también lo eres! ¡Quítate ya la careta!

(Amanda se sienta frente a Aurora, la mira a los ojos y la coge de las manos).

¿A qué te refieres Aurora? Sabes que he tenido una vida muy dura, pero he buscado salir adelante y pedí ayuda cuando la necesité.

Claro… porque yo no ¿verdad?. —dice Aurora con un tono sarcástico—. Yo elijo sentirme así. Es mi culpa que mi memoria me mate lentamente.

(Se escucha a lo lejos la sirena de una ambulancia. Amanda mira hacia la calle buscándola, pero no hay nada).

Ok… No vamos a discutir ahora, no es el momento. —responde Amanda paciente—. Hablaremos luego más tranquilas. Primero que te vea un profesional para que…

(Aurora interrumpe a Amanda a gritos).

— ¡He ido Amanda! —grita Aurora muy alterada—. ¡He ido a un puto profesional, y me ha dicho que mi corazón ya no late!


bottom of page