El amor a veces también se esconde
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El amor a veces también se esconde

¿Qué sería del camino sin nuestros pasos?

¿Qué sería del mar sin sus gotas de agua?

El desierto no existiría si no fuera por cada uno de sus granos de arena

y nuestro cuerpo no sería materia sin cada una de sus partículas;

así como nuestra vida sería muerte, si tan solo por un momento nos faltara amor.



¿Dónde está el amor, preguntas?

Mira a tu alrededor, incluso cuando en su ausencia provoca dolor

no se aleja, se queda cerca, dispuesto a reaparecer para sanarnos.

Mira en ti, en tu historia, en tus pensamientos,

ahí lo tienes; es tuyo, es nuestro.


Pero no le gusta estar solo, por eso a veces se esconde,

porque para no perderse debe estar acompañado por la valentía y el perdón.

Quizás, buscándolo también nos perderíamos,

pero no te preocupes, está por aquí, no se ha ido.

Con aquellos pasos que dan sentido al camino, vamos a encontrarlo.


Tendrás que ser gota de agua; tendrás que ser grano de arena,

y así, a pesar de los segundos que pasen en horas y en días,

al encontrarlo serás todas las inmensidades que dan razón a cada partícula

y latirás para volverte corazón, para sentirte y responderte:

dónde está el amor.


El amor a veces también se esconde.


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