Barbaridades: De/presiones
top of page

Depresión o Presión

Sonreír aunque no quieras, trabajar sin ganas, ante todo ser educado, mantener la línea, mirar el móvil cien veces por día, contestar con palabras vacías, mostrar compostura cuando lo que quieres es reír a carcajadas, no gritar, no enojarse, quedar bien... siempre quedar bien. Nuestros días están llenos de presiones que generan depresiones. ¿Y todo... para qué?



¿Cuánto tiempo y energía empleamos en lo que realmente deseamos hacer y en convertirnos en quien queremos ser? Creo que la vorágine social nos está comiendo vivos, quitándonos el privilegio de sufrir sin más, destrozando la simpleza de nuestra felicidad y matando poco a poco el verdadero yo.

Claro que puedo estar muy equivocada, pero considero que todos, aunque en distinta medida, seguimos un patrón de apariencia muy similar que nos conduce al camino de la despersonalización. Inevitablemente, en algún momento del día, dejamos de ser para parecer, y yo me pregunto ¿para quién, por qué y para qué?


Cuando charlo con conocidos sobre este tema, muchas veces me contestan que, si cada uno hiciera y dijese lo que le da la gana, no podríamos convivir en paz, nos relacionaríamos como salvajes y que, precisamente para evitar esto, existe el civismo.

Pero no tengo en claro que estemos verdaderamente en paz, por lo menos en lo que a su significado respecta. Lo que sí opino, es que estamos contenidos, nos controlamos la mayor parte del tiempo en la que sociabilizamos, y así, sin darnos cuenta, nos vamos convirtiendo en una especie de autómatas humanos buscando cómo encajar. Si está bien o está mal... no lo sé, sólo comparto esta vaga idea de que no nos dejamos conocer realmente, y de que el motivo de esta simulación colectiva, es un cruel engaño que nunca llegaré a dilucidar.


Quiero pensar que no todos somos tan descontroladamente agresivos, como para destruir nuestra humanidad más de lo que la estamos destruyendo. ¿Por qué asusta tanto el hecho de no ser "correctos" en nuestros modales, permitirnos espontaneidad y respetar más nuestros estados de ánimo? ¿Tan desastroso puede resultar cambiar los parámetros de lo que conocemos por "educación"?


Si estamos acertados en esta forma de vincularnos y desarrollarnos cotidianamente, ¿por qué se comercializa la felicidad y nos venden de mil maneras diferentes estrategias para encontrarla? ¿Por qué nuestra sociedad está tan deprimida?


Son demasiadas preguntas para una sola vida, ¿o es que hay más de una? No lo sé... pero en esta, quiero intentar ser lo soy y expresar lo que siento, sin tener que comprar el remedio, la fórmula o el libro, de algo que es innato en nosotros. Sólo basta con observar la sonrisa de un bebé.




bottom of page